Resumen mensual del jefe Acabo de terminar de ver un nuevo documental sobre el huracán Helene, producido por Blue Ridge Community College. Aquí está el enlace: Helene: Vientos de cambio (Documental sobre el huracán Helene). Les recomiendo que lo vean. Mientras veía el video, algo me llamó mucho la atención. Hace apenas unos meses, todos por aquí sufríamos la furia y las secuelas del huracán Helene. Durante ese tiempo, vi cómo el amor inundaba a toda esta comunidad. Personas de todas las edades, razas y creencias trabajaron juntas para ayudarnos a recuperarnos de ese terrible e histórico suceso. Desde mi perspectiva actual, tengo la impresión de que muchos hemos olvidado ese sentido de comunidad. ¿Estamos volviendo a nuestros respectivos rincones y odiando al otro bando por diferencias de opinión? Espero equivocarme, porque permitir que el odio nos gobierne en lugar del amor es mucho peor que cualquier cosa que haya hecho Helene. La semana pasada, mientras vigilaba mi puesto en el desfile del Día de la Independencia, veía pasar las carrozas una tras otra. Fue cuando pasó una de las carrozas de los dos partidos políticos que me fijé en una mujer al otro lado de la calle. Unos segundos antes, sonreía y saludaba mientras las carrozas pasaban. No pude evitar notar que de repente apartó la mirada del desfile. Me pregunté por qué. Me fijé en una mujer más joven de pie junto a ella, supongo que su hija, que le tocó el hombro. Como para avisarle que la fiesta había terminado. La mujer inmediatamente volvió su atención al desfile, esbozó una nueva sonrisa y reanudó la celebración. Me quedó claro que estaba protestando abiertamente contra ese partido político. ¡Qué pésimo ejemplo le acababa de dar a esa joven! Darle la espalda al vecino solo porque piensa diferente. Como nota positiva, una mujer me invitó a un café y me agradeció mi servicio apenas una hora antes de este incidente. ¿Reflejan estas dos mujeres a distintos sectores de nuestra comunidad? ¿Una solidaria y otra selectiva? Les pido que recuerden, para recordarles, las dificultades y tribulaciones que hemos superado. Respetemos a todos, independientemente de nuestras diferencias. Nuestras diferencias son las que hacen de Estados Unidos un gran país. Respetar a nuestros vecinos hace de Hendersonville un lugar maravilloso para vivir. Tómate un tiempo este mes para la introspección. Reflexiona y decide qué quieres que sea esta comunidad. Reconoce que mis creencias son diferentes a las tuyas y viceversa. No pasa nada. En lugar de darle la espalda a quienes son diferentes a ti, invítales a un café y agradéceles su contribución a la comunidad. Yo lo tomo tostado oscuro, sin azúcar y con un chorrito de crema. Solo digo. Recuerda: Un equipo, un objetivo. #ExcelenciaEnLaMontaña 
|